El mercado inmobiliario ha puesto de manifiesto lo que ya podía intuirse desde hacía tiempo: que cada vez vivimos en pisos más pequeños. El incremento del precio de la vivienda por metro cuadrado es el principal causante de este hecho, que obliga a acometer tareas de reorganización y ajustes de espacio para dar cabida tanto a nuestros enseres como a los del resto de la familia. La convivencia obliga, además, a optimizar el espacio para sacar el máximo partido al espacio que ofrece la vivienda.
En esa tesitura se enmarca el aumento de ventas de las camas abatibles. Y es que la reducción del espacio disponible motivada por la desorbitada subida del precio de la vivienda, tanto en el mercado de compraventa como en el de alquiler, está cambiando las necesidades tanto de los jóvenes que buscan emanciparse como de las familias que sienten la necesidad de realojarse.
El dormitorio es una de las zonas de la casa que más espacio ocupa porque, además, así lo requiere. Contar con el espacio suficiente como para fomentar el descanso y la calidad del sueño es muy importante, y ahí entran en juego las camas abatibles, que permiten optimizar el espacio de día para poder utilizar el escritorio sin problemas, mientras que no impide que, llegada la noche, podamos disfrutar de una cama del tamaño suficiente como para poder descansar en condiciones óptimas. Ahora bien, existen distintas variantes de la cama abatible tradicional y, en función de las características de tu piso, es conveniente que analices cuál se adapta mejor a tus necesidades.
Tipos de camas abatibles disponibles en el mercado
A grandes rasgos, podemos decir que hay hasta cinco tipos de camas abatibles. Horizontales y verticales (con sus correspondientes versiones en litera), con escritorio, con altillo y con sofá. Cada una está destinada a una clase distinta de dormitorio y a una composición familiar distinta.
La cama abatible horizontal está más orientada para un durmiente individual por la propia estructura de su soporte, es decir, solamente pueda abrirse y plegarse por uno de los lados lo que hace más incómodo el uso para 2 usuarios, precisamente por eso no está aconsejada para matrimonios. Sí se comercializa la versión en literas, perfectas para hermanos o familiares que no precisen de dormir con el otro en la misma cama.
El caso de la cama abatible vertical es distinto. Al poder acceder a ella por ambos lados, esta sí puede ser una cama apta para matrimonios. Su versión individual únicamente cambia en lo relativo al espacio.
Para los que quieran aunar espacio de trabajo y dormitorio en una sola estancia, la cama abatible con escritorio se postula como su mejor opción al disponer, en una sola pieza, de un tablero que hace las veces de mesa de escritorio al estar la cama plegada. Su disposición puede ser vertical u horizontal.
Otra de las opciones a tener muy en cuenta para parejas es la cama con altillo, que cuenta con todo lo necesario: dos tiradores, una estantería que puede hacer las veces de mesita de noche, y algunas incluso cuentan con unas pequeñas cajoneras opcionales para acoplar a los lados y disponer fácilmente de la ropa o de los objetos personales deseados. Es una de las mejores alternativas en cuanto a camas abatibles de matrimonio por dimensiones, personalización y optimización del espacio.
Otras propuestas: camas abatibles fuera del dormitorio
En caso de querer sacar la cama fuera del dormitorio propiamente dicho o de no poder contar con una estancia dedicada en exclusiva a tal fin, puedes ubicar una cama en el vestidor o en el propio salón. La primera opción es una gran alternativa para personas que viven solas o jóvenes que acaban de independizarse, pudiendo contar con una cama abatible con armario integrado. Al ubicarla en la zona del vestidor, no interrumpen el paso a otras personas ni interfiere en el espacio ajeno, revelándose como una gran opción para estudios de pequeñas dimensiones o pisos antiguos en los que afrontar una reforma sea, por ahora, imposible.
Quizá lo de ubicar la cama en el vestidor no lo hayas oído mucho, pero estamos seguros que lo de dormir en el salón te es mucho más familiar. De hecho, los sofás-cama son aún frecuentes entre los que optan por dormir en el salón o quieren disponer de un lugar auxiliar para poder descansar o quedarse traspuestos sin renunciar a un sueño de calidad. No obstante, en vez de optar por un sofá de estas características, lo más recomendable es que te decantes por incluir, si el presupuesto te lo permite, una cama abatible con sofá para aunar en la misma estancia un mueble capaz de proporcionarte tanto el descanso y el relax tan asociados al salón por el día como un sueño de calidad y un descanso reparador por la noche, cuando necesites accionar el tirador para convertirlo en una cama totalmente funcional y no comprometer tu descanso.
Cómo elegir la cama abatible adecuada
Si estás considerando hacerte con una cama abatible para tu casa, ya te habrás dado cuenta de que el espacio lo es todo. Y es que la optimización del mismo es vital para poder contar con todo lo necesario en el hogar y sacar el máximo partido a cada estancia, por pequeña que sea la vivienda.
Como siempre en estos casos, deberás empezar por realizar unas mediciones preliminares para descartar distintos modelos de camas abatibles que no puedan ofrecerte lo que necesitas y poner el foco en los que sí parecen cumplir los requisitos. Deberás realizar las medidas tanto con la cama abierta como plegada para estar totalmente seguro de que es la idónea para ti.
Elegir un modelo u otro dependerá de qué buscas exactamente aparte de un espacio adecuado para dormir. En estos casos, lo más elemental es que te preguntes qué más necesitas aparte de una cama para tu hogar. Es una buena oportunidad para suplir alguna carencia que tengas en tu mobiliario del hogar, como armarios, escritorios, cajoneras o sofás, cubriendo gran parte de tus necesidades y aglutinando, en un pequeño espacio de la casa, varias estancias que sirvan a distintos propósitos.